Lake Tanganika’s Golden Julie
Author: Jose Maria Cid RuizAbstract
In this work, it is described in a pleasant but rigorous way, the main keys identified by its author, José Mª Cid Ruiz, to succeed in the protocols of formation of couples, maintenance in the aquarium, reproduction and development of larvae of this popular cichlid. Julidochromis ornatus inhabits certain areas on the rocky shoreline of Lake Tanganyika, constituting one of the many endemisms that this lake presents. The interaction of this cichlid with the labyrinth of rocks that make up its natural habitat, has made J. ornatus a species full of unique aspects, some of which can be observed through its maintenance and reproduction in captivity. After being introduced to the aquarium, the species is shown very timid during the first two or three days, with little movement. If a young group of five or six specimens is acquired, aged between three and five months, stage during which couples still are not established, it will be observed how with each passing day, its stress is reduced and its browser instinct leads them to swim around the tank in search of the optimal shelter. Juveniles, spend the day exercising in clashes, during which, with fully extended fins, they hook its jaws each other and try to turn to its opponent. A notable peculiarity of J. ornatus is its ability to swim upside, with the belly facing surface is able to maneuver with amazing ease on the roof of a shelter, on the underside of a leaf or even on the water surface while its food traps.
Resumen
En este trabajo, se describe de forma amena pero rigurosa, las principales claves identificadas por su autor, José Mª Cid Ruiz, para lograr tener éxito en los protocolos de formación de parejas, mantenimiento en acuario, reproducción y desarrollo de larvas de este peculiar cíclido. Julidochromis ornatus habita ciertas áreas en el litoral rocoso del lago Tanganica, constituyendo uno de los numerosos endemismos que presenta este lago. La interacción de este cíclido con el laberinto de rocas que configuran su hábitat natural, ha hecho de J. ornatus una especie llena de aspectos singulares, algunos de los cuales pueden ser observados mediante su mantenimiento y reproducción en cautividad. Tras ser introducida en el acuario, la especie se muestra sumamente tímida durante los dos o tres primeros días, sin apenas desplazamientos. Si se adquiere un grupo joven, de cinco o seis ejemplares, con edades comprendidas entre los tres y los cinco meses, periodo en el que generalmente no se producen todavía formación de parejas y en el que la vinculación a un determinado refugio es todavía débil, se podrá observar cómo a medida que transcurren los días, su estrés se va reduciendo, dando paso a su instinto explorador, que les lleva a nadar por todo el acuario en busca del habitáculo óptimo, en el que tiempo después realizaran un asentamiento definitivo. Los ejemplares juveniles, pasan el día ejercitándose en enfrentamientos y demostraciones, durante los cuales, extienden totalmente sus aletas, proyectan sus bocas hacia adelante y se acometen enganchándose de sus mandíbulas y tratando de hacer girar a su oponente. Una notable peculiaridad de J. ornatus consiste en su capacidad para desplazarse en posición invertida, con el vientre dirigido hacia la superficie; en esta posición es capaz de maniobrar con asombrosa facilidad sobre el techo de un refugio, en el envés de una hoja o sobre la superficie del agua al tiempo que atrapa su alimento.